Incendio en Santibañez de Vidriales

El domingo por la noche ( 03/08/03), recibí una llamada de un amigo para comunicarme que se ha quemado la Dehesa, Huerga, pico de Brime, Ramajal hasta el pico de Villaobispo, etc. y lo que quedaba del Raso. Toda esta superficie en los municipios de Camarzana de Tera, Brime de Sog y Santibáñez de Vidriales.

Ya había pensado que este desastre podía haber ocurrido hace varios años, podía ocurrir este año, o en cualquier año venidero. Me imagino que las personas que tienen que tomar decisiones para prevenir o minimizar al máximo cuando se producen estas catástrofes, también conocían los riesgos puesto que ese es su trabajo.

Aún no he visitado la zona siniestrada, pero me imagino su aspecto. La conozco como la palma de mi mano, he pasado muchos buenos ratos por esas zonas, departiendo con amigos y solo, jornadas de caza, paseos, meriendas debajo de una encina, he corrido muchos kilómetros por sus caminos y senderos, bici, recogido muchas setas y soñado que los perros arrancaban una liebre encamada debajo de esta o aquella mata; no hablemos de la ilusión que tenía el colega con sus colmenas.

De la superficie quemada, parte es de titularidad pública y la otra parte de titularidad individual (quiñones, suertes, partijas, cortinas, parcelas), que habían llegado hasta nosotros gracias al buen hacer de las gentes de estas tierras, mimando, podando sus árboles, limpiando el monte bajo, con prácticas ancestrales pero muy válidas, un buen ejemplo de lo que hoy denominamos desarrollo sostenible?.

Por diversas causas económico-sociales el factor humano, el aprovechamiento de los montes, bien humano o ganadero y la transmisión de estos conocimientos a futuras generaciones está desapareciendo, eso es evidente, con la consiguiente proliferación de monte bajo, hierbas y el consiguiente riesgo de que los incendios progresen.

Creo que es el momento de tomar cartas en el asunto y obligar a la limpieza de matorral, monte bajo, hierbas, en este tipo de montes, sean de titularidad pública o privada. Ahora que vivimos en la sociedad de la economía de las subvenciones, creo que existen mecanismos para conseguirlo y la tecnología necesaria..

Se debe limpiar la hierba de las cunetas que circundan y cruzan nuestros montes,y si es necesario se expropia para hacer los caminos más anchos. La teoría es que sean al menos el doble que la altura de la copa de los árboles que los circundan, si con el doble no llega, habrá que hacerlos más anchos y luego mantenerlos.

Las parcelas en el monte o linderas con el monte debe ser obligatorio su arado aunque no se siembren, para evitar hierbas.

Prohibir realizar labores agrícolas con maquinaria en días de riesgo (temperaturas elevadas, verano, vientos secos y calientes).

Definir los días de riesgo y realizar especial vigilancia por parte de los retenes o a quien le toque. Yo he visto muchos días al grupo reten tumbado en la orilla de la carretera o camino, fumando sus pitillos. ¿ Su labor cual es?.
Vigilar para que no se produzca el fuego inicial o avisar cuando ya se ve a 20 kilómetros la columna de humo e intentan apagarlo con unos litros de agua en la mochila. No conozco los honorarios de estos retenes, pero sería interesante pagarles por no apagar fuegos.

También me pregunto qué labor de prevención realiza el SEPRONA en este tema en los días críticos. Desde luego las labores ancestrales de aprovechamiento forestal de nuestros montes (fabricar carbón, cisco o simplemente recoger leña)no provocan incendios. Se sabe que las pocas familias que hacen el aprovechamiento se sienten demasiado vigiladas. Tampoco se realiza protección de la naturaleza multando al ciudadano que pasea su perro por un camino o al cazador que un día se le ha olvidado la cartilla de su perro en casa.

El desastre es de envergadura, se han roto muchas ilusiones, es incalculable el valor económico y sentimental que tiene lo quemado, muchos de esos árboles han sido cuidados por personas que aún viven. Será difícil recuperar la fisonomía del paisaje. La Administración debe revisar los planes de prevención de incendios, debe de hacer prevención integral durante todo el año, debe de coordinar e integrar a todos los estamentos y organizaciones que se puedan implicar en la prevención. Por último diré que todo el dinero que se invierta en planes de prevención no se aproxima a las pérdidas que estos desastres conllevan. Solamente espero que un helicóptero no sobrevuele estos días la zona quemada para ver la magnitud de la catástrofe. Que el coste de ese posible vuelo, sea el primer dinero que se invierta para el futuro.


Martiniano Delgado Prieto. Santibáñez de Vidriales (Zamora).